2019 era record y la cúspide, después de 9 años de haber dejado México y 5 años de haber llegado a Austria, al fin tuve un año que era completo en todos los sentidos: Reconocimientos, confianza, aliados, y satisfacción.
Tan solo ese año trabajé en Alemania, Ucrania, los Balcanes y Armenia. Di más de 20 charlas y firme alianzas con decenas de organizaciones.
Ese mismo año recibí a más de 300 líderes de todo el mundo en Viena, al fin pude convencer a organizaciones y empresas de talla mundial de subirse al barco de organizar programas educativos en todo el mundo y sobre todo unirse a co-organizar los únicos premios para Líderes Latinoamericanos que se entregan en Europa Central, 3 años después de que se me ocurrió esa la loca idea en 2016.
2019 fue casi perfecto, y definitivamente fue un año que me permitió ver todo el camino que había recorrido, cuantos sacrificios, desvelos y optimismo había invertido, pasando de un salón con 5 personas, hasta una sala de 100.
2020 pintaba genial, a nivel personal era el año donde al fin iba a cosechar con creces todo lo invertido, un año de mucha satisfacción, y sobre todo, donde los papeles se invertían, ya no era yo quién salía a cazar proyectos, yo era el cazado… y en todo el mundo.
Apenas era Enero, y ya tenía proyectos planeados en Armenia, Suecia, Bután, y el tan esperado regreso a el país que más amo: La India.
Pero de repente, y como dominó, se desplomó todo por un bicho desconocido.
Mi energía no decayó, estaba convencido que el bicho no duraría más tiempo que mi optimismo….. pero oh sorpresa, el bicho nos puso a todos en un lugar sombrío y solitario.
No obstante, 2020 no fue tan didicil. Para mi, 2020 fue un año perdido, y lo acepté como un año sabático y de aprendizaje. Pero oh sorpresa nuevamente, el bicho no planeaba irse pronto.
Tuve que aceptar que para 2021 todo seguiría igual, enterrar el pasado, cambiar de planes, virar la estrategia y reinventarme.
En realidad no me reinventé, pero si logré algo importante: Decidí dedicar mi vida como nunca antes a entender la crisis climática, el mounstro que sabia que existia pero que nunca me paré a ver a detalle. ¡Gran Error!
2021 tal vez no fue un buen momento para ver las fauses de ese mounstro cuando ya teníamos una pandemia en curso liberando a otros mounstros, 2021 se convirtio en una doble tortura, física y emocional.
No existe persona aún, que entendiendo la crisis climatica, sus injusticias, sus causas, y el dolor que causa y causará, no haya pasado por una transición de duelo, depresion y ansiedad.
Y ahora, yo decidía lidiar con los 3 mounstro del apocalipsis de nuestra generación ¡al mismo tiempo!: La pandemia, el colapso profesional y económico, y la crisis climática. Fue una tormenta perfecta que llevó mi salud mental al límite.
Durante 2021, mi cabeza estuvo a punto de colapsar muchas veces, y lo mâs sensato y saludable fue decidir regresar a los lugares que me sanan el alma: Mi México, con sus complicaciones y retos, pero siempre sonriente y extremadamente divertida (De eso hablaré en otra publicacion).
A 8 meses en Mexico, y con el alma restaurada, recuperé todos esos momentos perdidos de los ya famosos: “Imagínate vivir en Suiza y perderte de esto….(inserte aquí su México Mágico)”
Comí, baile, perree hasta el subsuelo, caminé, conocí, descubrí, me inspiré, me indigné, me activé, me involucré y sobre todo me divertí.
Ya es tiempo de irme nuevamente.
Pero este tiempo me ha ayudado a ver todo esto en perpectiva, a llenarme de energía, y de tacos, y dar un balance a mi vida que olvidé: La vida es corta, y tienes que disfrutarla cada minuto.
Mexico me recordó la vida buena, la vida sencilla, la vida con sonrisas, con bondad, y con comunidad.
Me voy con una sonrisa y con el alma restaurada, gracias Mexico por haberme recobrado la sonrisa, y la panza de pulquero.
Hoy me regreso en el tiempo a 2019, con la energia suficente para hacer el 2022 un año mejor de lo que planeaba ser el 2020.
Que digo mejor, épico!
Este año, me uno como consultor y/ facilitador a los equipos de organizaciones de lujo: The Climate Reality Project, CleanTech Hub, ClimateLaunchpad, GHES, y We don´t have time.
El regreso de los viajes educativos The Global School for Social Leaders a Europa, donde nuevamente recibiremos a jovenes y adultos de todo el mundo y en especial de América Latina en Alemania, Austria, Suiza y hasta en Francia.
El regreso de los premios Latin American Leaders Awards, que convoca a las mejores organizaciones, empresas y gobiernos que están restaurando nuestro planeta.
Gracias a todos los que conocí y volví a ver en este tiempo en México, me han restaurado el alma, y me han recordado que como México no hay dos, con muchas cosas que componer, pero siempre será mi hogar y mi pedacito de planeta para sanar el alma.
!Nos vemos pronto!